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Crónica del campeonato de Baleares
- Detalles
- Categoría: Cadete femenino
- Publicado: Lunes, 12 Mayo 2014 10:44
Supongo que todos hemos tenido alguna vez la experiencia de soñar mientras dormimos, y de tener alguna pesadilla de esas que se nos repite una y otra vez y que nos gustaría dejar de soñar con ello. Pues a mí me ha pasado justo lo contrario y he vivido durante los tres últimos años unas experiencias increíbles y llenas de felicidad, porque todo lo que había soñado se iba haciendo realidad.
La última de las experiencias, y seguramente la más increíble de todas, fue la que vivimos este fin de semana en el Campeonato de Baleares cadete femenino que se celebró en el Pabellón de Galatzó, en Calviá, donde nuestras chicas se alzaron con el título balear por tercer año consecutivo en esta categoría.
El viernes, tras aguantar una jornada de clases de esas en que oyes la voz del profesor pero no escuchas lo que dice porque tu cabeza está en otro sitio, nos citamos en Galatzó a las 15:45 dispuestos a comenzar a luchar por lo que tanto ansiábamos. El calor era digno del verano mallorquín, la comida aún en la garganta y había que empezar a calentar. El rival ni más ni menos que el histórico PDV, campeón de Ibiza. Asustaba de inicio y asustó más al final. Desde el principio se vio una gran igualdad en el marcador y al menos pudimos ganar los tres primeros cuartos. En el último, nuestra muñeca se atenazó más aún y sólo anotamos seis puntos. Afortunadamente, nuestro rival sólo llegó a los doce por lo que nos llevamos el primer partido por un apretadísimo 48 a 50. Mal partido de las nuestras que estaban excesivamente atenazadas por los nervios, normal para unas jugadoras no acostumbradas a pelear en estos eventos. Fuimos un equipo sin alma, sin ilusión, justo lo contrario de lo que habíamos sido toda la temporada. Daba la impresión de que habíamos conseguido algo grande llegando hasta aquí y ahora ya pensábamos que no podíamos conseguir más y por eso nos conformábamos con lo que teníamos. En fin, tocaba noche sin dormir buscando soluciones antes de que fuese demasiado tarde.
La pequeña decepción sufrida después de ver nuestro primer partido, se hizo aún mayor cuando vimos jugar a nuestros otros dos rivales, el Ferrerías de Menorca y el Zona Cinc. Fue un partido vibrante, rápido, con un impresionante acierto en el tiro exterior y que acabó con la victoria de las Manacoríes por 75 a 79, un marcador más de masculino que de femenino. En definitiva un partido para asustar a los que estábamos presenciándolo. Afortunadamente nuestras chicas no se asustaron porque la mayoría no presenció el partido (sin duda concentrándose para el día siguiente).
La segunda jornada, era mañanera y comenzaba con el partido entre PDV y Zona Cinc. La historia había cambiado, la imagen del día anterior dejando a PDV y BSA como dos equipos más débiles, no se reflejaba en los partidos de esta segunda jornada. El PDV salió muy enchufado y fruto de ello consiguió grandes ventajas a lo largo de todo el primer tiempo, llegando al descanso con diez puntos arriba. La mala suerte quiso que en el inicio del segundo tiempo cayese lesionada la mejor jugadora del PDV, Claudia Escandell, a la que deseamos una pronta recuperación. El golpe psicológico fue duro y a pesar de que intentaron mantenerse en el partido, el Zona Cinc fue recortando la diferencia en el marcador y poniéndose por delante se llevó el partido por 55 a 67. Ese resultado nos obligaba a ganar si queríamos luchar por el campeonato.
En el vestuario de nuestro equipo nos encontrábamos realizando una reflexión sobre lo ocurrido el día anterior y como eso no podía volver a pasar en los dos partidos que nos quedaban. Era grande haber llegado hasta allí, pero una vez allí sólo quedaba una opción, esa que tanto le gustaba a don Luis Aragonés: "ganar, ganar y ganar". Parece que la charla caló en las chicas que salieron a la pista de una manera distinta a la del día anterior, bueno de la manera que suelen salir siempre, cargadas de ilusión y de ganas. 25 puntos en el primer cuarto con tres triples, algo inédito. El segundo cuarto nuestro equipo fue una apisonadora realizando un 23 a 4 que nos dejaba en el descanso con 27 puntos de diferencia a nuestro favor. La cosa dio para chistes, ya que como es sabido nuestro equipo roza nos 50 puntos por partido y fruto de su defensa suele dejar al rival por debajo de esa cifra, por lo que los más ingeniosos ya decían que nos faltaban sólo dos puntos para ganar el partido. No fue exacto pero casi acierta, ya que el resultado final fue de 78 a 52. Gran partido de las nuestras que no dejaron en ningún momento que Ferrerías realizase su juego. Todas las jugadoras tuvieron minutos y lo que es más importante, las doce anotaron. El panorama había cambiado, ahora volvíamos a ser un equipo que suple sus limitaciones con una sobrada ilusión.
La tarde trascurrió lenta e inquieta para todos. No dejaban de funcionar los washap de ánimos porque el día siguiente sería importante. La noche fue larga, y esta vez no sólo para mí. De hecho yo estaba "tranquilo", había cumplido con todos los requisitos tanto de fe como supersticiosos. Intenté dormir, pero temprano empezaron a llegar mensajitos de algunos que habían madrugado para compartir este gran día con nosotros. Así pues, tempranito estábamos desayunando en el bar del Galatzó, mientras aún calentaban ibicencas y menorquinas que lucharían por el tercer puesto en la final de consolación. Se lo llevó el PDV al ganar por 69 a 64.
Había llegado nuestra hora. En el vestuario visualizamos nuestra vida deportiva, nuestro orígenes, los de cada una, los momentos malos, los momentos buenos y como no el partido que íbamos a jugar. Ellas visualizaban, cogidas de la mano, juntas como siempre, mientras yo les narraba el partido, que por supuesto acababa en celebración. Sus caras emocionadas desprendían una sonrisa. Eso que sentís ahora, esa alegría, eso es por lo que hay que luchar. Y salieron. La grada estaba impresionante, como cada vez que nos hemos jugado algo importante. Había jugadores y jugadoras de todos los equipos, directivos y jugadores del LF2 y LEB. Mucho cariño se ha ganado este equipo y hemos de reconocer que mucho cariño ha recibido por parte de todos. Gracias.
Pronto se vio que las nuestras salieron muy bien a la pista y sólo el desacierto en los tiros libres (3 de 15 en el primer cuarto) nos hacía pensar en lo peor. A pesar de ello el primer cuarto lo ganamos por 7 puntos. Más igualado fue el segundo que también cayó de nuestro lado por 1 punto, llegando al descanso con un 25 a 33 a nuestro favor. Quedaba mucho, pero no podíamos pedir más a las nuestras que lo estaban dando todo. Problemas físicos para Lourdes en la rodilla y Xisca en el tobillo, nos dejaban mermado el juego interior. Pero la lucha seguía, con mucha emoción, El tercer cuarto acaba con el rival acercándose a cinco puntos. Empieza en último cuarto y rápidamente nos empatan con dos canastas, una de ellas de tres puntos. Miedo, ¿habríamos remado tanto para morir en la orilla? ¿Aguantarían las nuestras el mazazo de que nos hubiesen pillado en el marcador? Con empate a 49 entrábamos en los últimos 7 minutos. Y ahí llegó el momento de éxtasis para nosotros. Parcial de 11 a 0 a nuestro favor. Quedaban 4 minutos, de esos que parecen 4 horas, que no se acaban nunca. Afortunadamente el rival jugaba ya demasiado precipitado y fuimos aguantando sus envestidas para acabar ganando por 54 a 64.
Y ahí se paró el tiempo. Había ocurrido algo que sólo pasa en los cuentos de hadas. Un equipo que prácticamente venía de la nada, con muchas limitaciones técnicas y tácticas, habían conseguido a base de ilusión, de ganas, de muchas horas de trabajo, alcanzar el título de Baleares. Se desató la fiesta, como merece la ocasión. Se produjo la típica entrega de trofeos, el nuestro levantado por Neus y Paula, que no estaban convocadas en esta ocasión, pero que lo habían vivido como cualquiera de las otras jugadoras, con mucho sentimiento. Tras celebrarlo en la pista, pasamos a la celebración en el vestuario. Riego con champagne y ducha de equipo.
Al salir se produjo una bonita situación entre los dos equipos finalistas, y es que los padres de ambos se juntaron en la puerta para aplaudir a todas las chicas tanto del Zona Cinc como del BSA, bonito detalle que demuestra el ambiente deportivo que se ha respirado en estos días durante todo el campeonato. Enhorabuena a todos los participantes y en especial al Zona Cinco que ha realizado una gran temporada que no puede empañar el resultado de un partido. Un diez para las aficiones de ambos.
La fiesta de nuestro equipo se alargó en la comida donde he de decir que fui regado a traición con otra botella de champagne lo que hizo que toda la tarde estuviese oliendo a dicho licor, y es que uno va preparado con otra ropa por si se gana, pero con dos ropas no. En fin mucha felicidad, por otro lado merecida por todo lo que estas niñas han sabido hacer esta temporada.
Hasta la siguiente crónica que será desde Tenerife, si el avión lo permite (broma que también dio mucho juego toda la tarde, por mi conocida enemistad con los aviones). Gracias a todo el equipo, a la afición, a los entrenadores que nos habéis ayudado y que siempre habéis estado ahí a nuestro lado. Somos muy felices por lo conseguido y queremos que lo disfrutéis con nosotros (quede claro que esto no es una invitación para viajar a Tenerife). Ahora iremos a disfrutar al Campeonato de España, pero que tiemblen nuestros rivales, que nuestra ilusión nos hace siempre luchar por algo más.