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Publicado: Domingo, 23 Mayo 2010 20:48

23/05/10 - Punto y final. La trayectoria del Palma en esta temporada llega a su fin. El Ciudad Real ha sido la última estación de un recorrido que comenzó el pasado mes de septiembre en Eivissa y en el que el equipo nos ha dado tardes de gran baloncesto y nos ha hecho creer factible un objetivo que se antojaba muy lejano como era el ascenso de categoría. Por desgracia hoy, en el día menos indicado, el equipo ha mostrado su peor cara y ha caído contra un gran rival como ha sido el Ciudad Real que ha sido un justo vencedor de la eliminatoria.

El primer punto del partido estaba ganado. El Toni Servera presentaba sus mejores galas y rozaba el lleno, con un público dispuesto a llevar en volandas a su equipo. Por desgracia ese punto no subía al marcador y el primero que sí lo hacía tardaba más de cinco minutos. Entre tanto el Ciudad Real aprovechaba las facilidades de un nervioso y atenazado Palma y ponía un 0-10 que no hacía sino prolongar el doloroso parcial final del partido de ida. Era el comienzo menos deseado. La misión se complicaba, pero la esperanza era que quedaba un mundo para el final del partido.

Pero el tiempo transcurría y los nuestros seguían presos de la ansiedad de un marcador doblemente adverso y fallaban una y otra vez sus intentos a canasta. Sólo algunos ramalazos de genio ajustaban el marcador pero prontamente los visitantes, con un gran control de la situación, volvían a poner tierra de por medio. Los treinta puntos del descanso indicaban bien a las claras la falta de acierto de los hombres de Matías Cerdà. Una cifra que repetidas veces se ha conseguido en un sólo cuarto. Los siete puntos abajo, 30-37, doblaban la diferencia a remontar en el segundo acto.

La salida del tercer cuarto mostraba un Palma más acertado de cara a la canasta y dispuesto a voltear la situación. Pero el Ciudad Real, aún viéndose más presionado que en la primera mitad, seguía solventando con suficiencia la situación no dejando tomar el control a los locales, que veían vanos sus intentos de avanzarse en el marcador. Un último esfuerzo, en los últimos compases del cuarto, premiaba el tesón del Palma que conseguía lo que parecía imposible: adelantarse en el marcador. En poco más de 3 segundos San Emeterio y Corbacho conseguían dos canastas que ponían un esperanzador 52-50 para encarar el cuarto definitivo.

Dos triples visitantes en el primer minuto enfriaban el ambiente y, lo que es peor, dinamitaban la moral del Palma que veía como todo el esfuerzo efectuado se diluía. Dos triples más de la dupla Zumajo-Perujo ahondaban más en la herida y conformaban un parcial de 2 a 17 que disparaba a los trece puntos la ventaja visitante que, sumado a los siete iniciales, ponían a un mundo la clasificación. Sin bajar los brazos en ningún momento, los nuestros lo intentaron hasta el final, pero sin ninguna confianza en el milagro. Al final 71-81 en el marcador, un resultado que, maldita casualidad, coincide con el que campeaba en la ida antes del "apagón" que nos ha costado, sin duda, la eliminatoria.

Una lástima. Una derrota dura pero que no puede empañar una muy buena temporada en la que el equipo siempre ha estado en las primeras posiciones y se ha codeado con equipos de presupuestos muy superiores. Siempre duele perder, pero hay que estar ahí. Sólo 16 de los 80 equipos lo han conseguido lo que indica la dureza de una competición en la que nuestro equipo ha sido capaz de consolidar una trayectoria importante en las últimas tres temporadas, con tres fases de ascenso disputadas. Hay una deuda pendiente y una nueva temporada para cobrarla. ¿Por qué no?

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