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Categoría: EBA

21/11/09 - El marcador señalaba un 85-84 para los locales y un segundo y medio por jugar. El balón en la línea de tiros libres para Toni Cañellas. Éste demuestra una gran sangre fría y transforma los dos lanzamientos. Victoria para el Palma Bàsquet. Final feliz.

Pocos esperaban este final cuando la primera canasta del segundo cuarto ponía un preocupante 33-18 en el marcador y en la pista existía un equipo lanzado y otro al que se le aparecía el fantasma del partido de "Sa Fonteta" de hace quince días.

Pero llegó la reacción. Un equipo que hasta el momento había defendido con la mirada y permitido todo a los locales, se transformaba, empezaba a "bajar el trasero" y a darse cuenta que sólo aplicándose en defensa podía llevarse la victoria.

Matías Cerdà, buscando soluciones para parar al, tal vez, mejor jugador de la categoría, Babic, que campaba a sus anchas por la zona mallorquina, ya había dado entrada a todos los jugadores... ¿Todos? No. Un jugador aún no había pisado la pista valenciana: Juan Pablo Martín. "Juanpi" fue el revulsivo que necesitaba el equipo y con su defensa sobre Babic y, sobre todo, su intensidad y lucha, contagiaba al resto de compañeros que poco a poco limaban las diferencias en el marcador. Con un 47-41 se llegaba al descanso, pero con un equipo que iba claramente hacia arriba.

La salida de la segunda mitad iba a ser determinante, como ya lo fue, en contra de nuestros intereses, contra el Valencia. Con la lección bien aprendida el equipo mantuvo el ritmo ascendente del segundo cuarto, adjudicándose el parcial de nuevo por 15-20 y reduciendo la desventaja a la mínima expresión, 62-61 después de ya haber comandado por vez primera con un 60-61.

La confianza del equipo subía, al tiempo que los locales no conseguían encontrar a su estrella Babic en ataque. Un 67-72 ponía la máxima diferencia en el luminoso a falta de poco más de cuatro minutos. Pero los locales no habían dicho su última palabra como queriendo demostrar que sus cuatro victorias consecutivas no eran fruto de la casualidad y, con un parcial de 5-0, empataban el partido a 72 dando paso a un final, otro más, de infarto.

Con un Babic sobremarcado, aparecía la figura de Unai Moreno que con dos triples daba la delantera a su equipo a falta de 9 segundos. Era la hora de Toni Carrasco, autor previamente ya de un triple decisivo, quien, asumiendo la responsabilidad y sabiendo de su superioridad en el uno contra uno, penetraba y, aprovechando el desajuste creado, asistía a Toni Cañellas que en su intento de anotar recibía una falta de los locales. El resto de la historia encabeza esta crónica.

Victoria, ésta, de peso, en una de las pistas más difíciles de la categoría e importante por la dosis de moral que supone para un equipo herido en su orgullo tras la última salida a tierras valencianas.

¿Lo mejor?. Todos los jugadores con más de quince minutos en pista, cinco de ellos por encima de diez puntos y otros tres con ocho. ¿Lo peor?. Una nueva salida de partido en falso, esta vez, afortunadamente, subsanada. 

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