Qui vol donar faves al segar ha de fer-les per Sant Sebastià
- Detalles
- Viernes, 20 Enero 2012
En estos días en que nuestras calles huelen constantemente a “chamusquina”, en la celebración de nuestro patrón San Sebastián, que coincide con la mitad de la temporada, me viene una reflexión a la cabeza. No os voy a hablar de San Sebastián, aunque si podíamos aprender de su capacidad de sacrificio para llevar a cabo aquello en lo que creía y que no nos iría mal a ninguno de los que formamos parte de un equipo de baloncesto.
Pero la reflexión va por otro lado. Quiero que en este momento de la temporada hagamos un replanteamiento de nuestros objetivos, dejemos atrás las cosas que no han ido bien y luchemos por mejorar y mantener lo que hemos hecho bien. Estamos a media temporada y quizás ya han quedado atrás esas grandes ganas iniciales que tenemos allá por mitad de Agosto (podemos decir que se han enfriado). También vemos lejos aún el momento de recoger los frutos de la temporada.
En este momento de la temporada, las cartas ya están descubiertas, ya sabemos quienes son nuestros rivales, a qué podemos aspirar, qué posibilidades tenemos. Conocemos como respira nuestro entrenador/a, qué preferencias tiene, quién juega un papel más o menos importante dentro del equipo, y lo que es más importante sabemos cuál es nuestro rol dentro del equipo. Es aquí donde muchos piensan ya que por mucho que hagan no van a cambiar su situación y es ahí donde se equivocan.
El final de temporada llegará antes de lo que pensamos y recogeremos aquello que ahora sembremos. Siempre me han hecho gracia los equipos que quitan entrenamientos las semanas que no tienen partido, o al revés, los que piensan “esta semana a tope” porque juegan un partido importante contra un rival directo. Ni que el básquet fuese cosa de aprender en un momento. Si queremos estar preparados en el momento culminante de la temporada y conseguir nuestras metas, más o menos importantes, es ahora cuando hay que trabajarlo. Después, por muy buenas intenciones que pongamos, será demasiado tarde.
Que nuestro patrón San Sebastián nos traiga suerte a todos y si cae alguna “fave” a la hora de segar pues mejor.