Enfermo de baloncesto
- Detalles
- Creado: Martes, 15 Marzo 2011
- Martes, 15 Marzo 2011
Muchos de nosotros cuando hablamos de baloncesto nos centramos en la mayoría de las ocasiones en las virtudes y defectos de los equipos, de los jugadores y como no de los entrenadores. Cuando hablamos de estos últimos raro es encontrar comentarios positivos, pero mas raro todavía es ponernos en el lugar de ellos y entrar a valorar ese trabajo y esfuerzo que hay detrás de la figura del entrenador.
Durante toda la temporada planifican cada detalle del equipo, puntos a mejorar en el juego individual y colectivo de los jugadores, luchando contra las adversidades propias de la competición, lesiones, compromisos de los jugadores (trabajos, estudios, bodas, bautizos, comuniones, viajes), los propios estudios, aplazamientos y adelantamientos de partidos y demás obstáculos que son ajenos al juego.
El estrés hace su aparición en muchos momentos de la temporada. ¿Que entrenador no ha llegado a experimentar esa tensión previa a un partido importante?, síntomas tales como: insomnio, nerviosismo, falta de apetito, dolor de cabeza, dolores musculares. La sintomatología es amplia ¿Pero a que le llamamos situaciones adversas en baloncesto?, podrían deberse a compromisos personales externos al juego que nos impiden centrarnos en él, lesiones de jugadores, un calendario complicado (hasta a Mouriño le molesta), una buena racha de un rival próximo, la falta de motivación propia o de los jugadores, un mal ambiente de club....
El entrenador renuncian a muchas cosas por este deporte, tiempo con familia, amigos, parejas (benditas las que aguantan), tiempo de estudio… Y ya no solo es el tiempo físico del trabajo de pista, sino que es algo que te persigue hasta casa, rondándote por la cabeza, parece que estás en otro mundo. A medida que avanza la competición y nuestro equipo va mejorando en juego, y las aspiraciones van subiendo, nuestro sufrimiento va ascendiendo hasta ser un enemigo contra nuestros fines.
El agotamiento mental es enorme. Empieza por el trabajo de pretemporada a partir de septiembre y algunos aprovechando los últimos coleteos de agosto. Los meses de competición, donde hipotecamos cada fin de semana no solo con nuestro partido, también aprovechando para ver otras categorías o posibles rivales, viendo a otros entrenadores. Navidad y Semana Santa mientras gran parte de España se moviliza para disfrutar de unos cuantos días de asueto, el entrenador prepara el sprint final del año, torneos, sesiones dobles de trabajo, postemporada, y para adornar este bonito pastel, durante todo el año cursos de formación, charlas, clinics, tecnificaciones, campeonatos nacionales, regionales...
Bendito agobio pensarán muchos, los que tienen una adicción propia de las drogas, mejor vista pero que también es capaz de agotar a cualquiera.
Hablando con un compañero entrenador, inmerso en los últimos compases de la liga Junior masculina, me dijo que estaba deseando que acabase ya, con mejor o peor clasificación, el cansancio físico y mental era evidente en su rostro, síntomas de insomnio durante 2 semanas (los 2 partidos de su cruce) y sobre todo el agotamiento mental de esos días. Pasó el cruce y no se si alegrarme o no, porque aún le quedaran otras 2 semanas de angustia...
En estos pocos meses de competición que queda para que finalicen las Ligas, más de un entrenador estará o pasará por estos síntomas, solo os digo que no os preocupéis, es normal... estáis enfermos de baloncesto y eso no se cura ni con la edad.