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Categoría: EBA

Publicado: Martes, 08 Noviembre 2011 20:51

El EBA se estrena con derrota en la tardía temporada 2011-2012. Una derrota que podía entrar en unas previsiones que, por desgracia, se cumplieron. Salida complicada para iniciar la liga en la cancha de uno de los equipos más reforzados de la categoría, el Llíria, reciente ganador de la liga valenciana. En un partido muy igualado en todo su transcurso, la victoria cayó del lado local como pudo haber caído del lado visitante, todo ello en un final a cara o cruz.

La pretemporada, por diversas circunstancias, no había sido todo lo completa que debería y el equipo llegaba justo de preparación al debut liguero. Aún así, la imagen mostrada en la cancha edetana fue muy correcta, sin llegar al nivel al que nos tiene acostumbrado este equipo, lo cual invita a ser optimistas de cara al futuro.

Los parciales de los cuartos (14-16, 18-16, 20-18, 20-20) indican bien a las claras la igualdad que presidió el encuentro. Siete puntos por parte local y cinco por parte visitante, fueron las máximas ventajas que mostró un marcador que hasta los últimos segundos no se decantó por uno de los contendientes.

El partido se iniciaba con imprecisiones en ambas canastas, lógicas por otra parte en un debut liguero. Berto Alzamora se convertía en el amo de los tableros ante la ausencia de uno de las incorporaciones locales, Vlado Babic, y permitía comandar el marcador a los suyos que cerraban el primer cuarto con mínima ventaja. 

Salía mucho mejor el Llíria en el segundo cuarto y de la mano de sus jugadores exteriores, en especial de un acertado Víctor Arnau, tomaba el mando del partido y lo llevaba a un ritmo lento que en nada interesaba a los de Matías Cerdà. Un parcial de 12-4 estiraba el marcador hasta un preocupante 26-20. Palma no estaba acertado de cara al aro y sus guarismos no eran los habituales, sufriendo para encontrar buenas posiciones de tiro. Apretando en defensa, los visitantes conseguían irse al descanso en tablas tras un triple desde medio campo de Berto García, en el que fue su único tiro de campo en el partido.

El Platja de Palma salía de los vestuarios tras el receso con otra cara, mucho más parecida a la de la temporada pasada, y, de la mano de Isra Pampín que tomaba el mando anotador del equipo, pasaba a dominar el partido, eso sí, con ventajas cortas que no permitían ninguna alegría. Tras unos minutos de duda, los locales se encomendaban a su estrella Josemi García, bien secundado por un Víctor Pérez muy activo, y devolvían la igualdad al partido consiguiendo incluso cerrar el cuarto por delante, 52 a 50.

Estaba todo por decidir pero la dinámica era local. Poco a poco, siempre desde el exterior, el Lliria iba dominando el partido hasta el punto de conseguir su máxima ventaja, 64-57, a falta de 6 minutos. Matias Cerdà llamaba al orden a los suyos y apostaba por un quinteto ofensivo para devolver a su equipo al partido. Dos triples de Miki Corbacho acercaban de nuevo al Platja de Palma y llevaban el partido a un final igualado.

Los errores en los tiros libres de los locales daban aire a los insulares que entraban en el último cuarto con el partido por decidir. Unos rigurosos pasos pitados a Isra Pampín cuando encaraba sólo la canasta parecían decantar el partido para los locales, pero otro error de éstos desde la línea de 4'60 dejaba la última posesión al Platja de Palma con dos abajo y doce segundos por jugar. Se buscaba el triple ganador pero Rodilla, el técnico local, lo tenía claro y ordenaba hacer falta. Alzamora era el 'afortunado' y en sus manos quedaba la opción de llevar el partido a la prórroga. Después de meter limpiamente el primero, el aro escupía el segundo y se esfumaba la posibilidad de llevarse la victoria. La posterior falta daba a los locales la opción de dejar en dos la ventaja final.

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