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Categoría: EBA

Publicado: Domingo, 12 Diciembre 2010 20:44

12/12/10 - El caprichoso calendario sigue aumentando el nivel de los rivales semana a semana, pero el Platja de Palma sigue demostrando en la pista lo indiscutible de su liderato.

Superadas con mucha solvencia las dos primeras pruebas de fuego como fueron Almassera y Alayor, relativas ambas por el mal inicio de ambos equipos, hoy tocaba enfrentarse a una de las mejores, si no la mejor, plantilla del campeonato. Un histórico, el Bàsquet Gandía, hasta hace poco protagonista en la LEB Oro, visitaba el Toni Servera dispuesto a repetir el guión de la temporada pasada cuando en un trascendental partido consiguió profanar el que hasta el momento había sido un búnker.

Un nombre, Shalawn Miller, por si solo, ya indicaba el nivel del rival al que nos enfrentábamos. El norteamericano con pasaporte español, viejo conocido de la afición palmesana, regresaba a la isla en una categoría que no se corresponde a su inmensa calidad como jugador pero en la que sigue demostrando, semana tras semana, la profesionalidad de que ha hecho gala en su ya larga carrera.

Pero no sólo la calidad del rival preocupaba a los de Matías Cerdà. El poco habitual horario matinal del encuentro y la inoportunidad del parón por el puente de la semana anterior para un equipo enrachado como el nuestro, eran factores que jugaban en contra.

Los temores se convertían en realidad y el primer cuarto era dominado totalmente por los valencianos. Tras el 2-0 inicial sólo existió un equipo sobre la pista. Poco a poco el Gandía iba poniendo tierra por medio en el marcador gracias a la poca oposición que le presentaban los locales en cuestiones defensivas. Un triple de Baquer, el segundo de su cuenta, cerraba un parcial demoledor de 2 a 16 que disparaba a los suyos y encendía las primeras alarmas del partido, y tal vez de la temporada, en el banquillo palmesano.

La salida a pista de Miki Corbacho suponía un soplo de aire fresco para el ataque del Palma. El escolta seguía con el 'fusil' de Alaior cargado y sus triples, tres en poco más de tres minutos, mantenían al equipo en el partido, pero no evitaban que la sangría defensiva siguiera su curso, permitiendo a un equipo no muy pródigo en ataque cerrar el primer parcial con 28 puntos en su casillero. El 18 a 28 del primer cuarto era un mal menor visto lo visto.

Las consignas de Matías Cerdà en el receso eran claras, o se incrementaba el nivel en defensa o no habría partido. Un triple inicial de Xavi Guía al comienzo del segundo cuarto ponía la máxima diferencia en el luminoso con los 13 de ventaja para el Gandía y complicaba aún más el panorama. Pero los jugadores habían captado a la perfección a su técnico y poco a poco fueron cerrando todos los caminos al aro para los valencianos que, donde antes tenían el camino franco a la canasta, ahora tenían una barrera con camiseta negra. El equipo comenzaba a funcionar y con un parcial de 12 a 0 volvía al partido creando las primeras dudas en un Gandía que veía como se esfumaba su ventaja y se iba al descanso por debajo en el marcador.

Tras el descanso el panorama no varió en demasía y el Palma, manteniendo su magnífico nivel defensivo, poco a poco iba afianzándose en el marcador pero sin llegar a romper el partido. El técnico visitante, Víctor Rubio, lo fiaba todo a una zona en defensa aprovechando la mayor altura de los suyos y en surtir de balones en ataque a Miller (10 puntos en este cuarto). La apuesta le permitía mantener las distancias en el marcador hasta el ecuador del cuarto (48-45), pero la irrupción en el partido de Goyo Domínguez, algo apagado hasta el momento, con dos triples, rompía el planteamiento defensivo visitante y empezaba a marcar las primeras diferencias. Dos triples más, el cuarto de Corbacho y otro de San Emeterio, hacían definitivamente trizas la zona y ponían la máxima diferencia en el marcador al cerrar el cuarto con el 62 a 51.

Las dinámicas divergentes de ambos equipos se confirmaban en el inicio del último cuarto y el Palma finiquitaba el partido. Miki Corbacho seguía su festival particular (¿tal vez motivado por un 'pique familiar' con su hermano Alberto, jugador del Obradoiro, y autor de 6 triples ayer?) y sumaba dos triples más en su cuenta. Y por si fuera poco, Berto Alzamora, magnífico hasta el momento en labores defensivas y en rebote pero ausente en ataque, encontraba el camino al aro. A falta de cinco minutos otro triple, éste con falta adicional, de Pau Giménez ponía la máxima diferencia hasta el momento en el marcador con un claro 78 a 60 y el Gandía claudicaba definitivamente. Fabio García, uno de los baluartes del Gandía, aparecía con el partido decidido para maquillar sus números y mantener un marcador que se cerraba con la máxima diferencia del partido para el Platja de Palma con el 92-71 final.

En el apartado de distinciones mención muy especial para dos jugadores. Miki Corbacho y Berto Alzamora compartieron el MVP con 28 puntos de valoración y con aportaciones del todo contrapuestas. El escolta confirmando su gran momento de forma y anotando 29 puntos pero, sobre todo y por segundo partido consecutivo, haciéndolo en momentos difíciles para el equipo. Por su parte el pivot demostraba que en este deporte no todo es anotar. Su labor en defensa sobre Miller, rememorando antiguos enfrentamientos en la LEB oro, fue impresionante firmando ambos un duelo que compensaba por si solo el precio de la entrada. Además, firmaba su mejor marca reboteadora de la temporada con 16 rebotes.

Con esta victoria, el equipo cierra un magnífico año 2010 como local con 13 victorias en 15 partidos disputados, destacando el inmaculado 5 de 5 de la presente temporada. Un año para no olvidar en el que el dúo Matías Cerdà-Martí Vives han sabido mantener al equipo en lo más alto del grupo más difícil de la liga EBA. 

Ahora, antes de las vacaciones navideñas con el consiguiente parón de la liga, sólo resta otra 'prueba de fuego', ni más ni menos que con la visita al recién estrenado pabellón de Alfàs del Pi, donde los locales, otra plantilla con el único objetivo del ascenso, pondrán a prueba de nuevo a un equipo que, de todas formas, ha demostrado ser capaz de enfrentarse a cualquier reto.

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